pasado colonial esquivo en Medellín está presente en Santa Fe de Antioquia". La frase promociona a este pequeño pueblo del occidente antioqueño en una guía especial que pueden conseguir los viajeros que recorren el departamento. Y es cierto. En Santa Fe de Antioquia, con sus calles empedradas, balcones y casas de hace siglos, inmensos portones de madera, iglesias con mucha historia y aire antiguo, ese pasado está muy vivo.
Ubicada a casi 80 kilómetros de Medellín y fundada en 1541 a orillas del río Cauca, es tal el grado de conservación de sus edificaciones que fue declarada Monumento Nacional en 1960 y se ha convertido en una de las ciudades coloniales más bonitas de Colombia. Lo curioso es que, para su tamaño -solo hay 20 calles y 18 carreras-, tiene muchas iglesias. Si van tarde para alguna misa, sus habitantes (unos 25.000, según el último censo) caminan un par de cuadras y entran a otra iglesia sin problema.
Están la Catedral Basílica Metropolitana, levantada entre 1797 y 1837, las iglesias de Santa Bárbara (la más antigua, fue construida con ladrillo y piedra en 1728), de Jesús Nazareno, de Nuestra Señora de Chiquinquirá, San Pedro Claver y San Martín de Porras.
Eso, sin extenderse en las capillas, el Palacio Arzobispal (construido en 1902 y convertido en sede de la Arquidiócesis en 1988) y el Museo de Arte Religioso Francisco Cristóbal Toro.
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